En los últimos tiempos venimos asistiendo en nuestro país a una tremenda ofensiva contra la Sanidad Pública. La transferencia de competencias a las comunidades autónomas ha permitido que alguna de ellas hayan emprendido un proceso de ataque y deterioro contra el sistema publico de salud consistente en su privatización, parcial aún, pero progresiva amparadas en la ley 15/97.La Sanidad Pública garantiza la asistencia sanitaria a todos los ciudadanos sin distinción de clase y este es un derecho que los trabajadores han tardado siglos en conquistar. Ya es injusta de por si la existencia de centros privados que proveen de una asistencia especial a aquellos que más dinero tienen, pero más preocupante aún es que nos empujan a un modelo sanitario en el que lo publico desaparece sepultado por la gestión privatizada.
La salud sometida a los parámetros de rentabilidad del mercado se convierte en un negocio que se justifica en función de los beneficios que ofrece al inversor. La sanidad Pública tiene como objetivo garantizar la salud de todos los ciudadanos y para ello destina la totalidad del gasto sanitario.
Sin embargo la Sanidad Privada tiene como objetivo la obtención de beneficio, lo que la lleva a escatimar el gasto para hacer más rentable la inversión. El rico accionista de una sociedad privada de salud quiere su tasa de retorno de capital cada año y esta solo puede salir de los bolsillos de los asegurados. Por lo tanto, de la cantidad que estos pagan por la asistencia, una parte no se invertirá en atenderles sino en llenar las arcas del accionariado.
En el caso de la gestión privada de hospitales públicos ocurre lo mismo, con la salvedad de que es el Estado y por lo tanto los ciudadanos con sus impuestos y cotas quienes están pagando a los gestores privados que quieren obtener beneficios por su gestión.
En resumen en la Sanidad Publica el Estado aporta una cantidad de dinero que se invierte totalmente es satisfacer las necesidades sanitarias de los ciudadanos. En la sanidad privada y sus variantes, del dinero que se aporta, se ha de retirar una parte de lo destinado a atender las necesidades sanitarias para dar beneficio a los dueños o accionistas de las sociedades gestoras privadas.
¿Por qué encargar a otros lo que el Estado ha demostrado hacer bien?
El sistema público de salud en España ha sido reconocido como uno de los mejores del mundo por la OMS. Ha sido capaz de asistirnos durante décadas y de poner al alcance de todos los tratamientos más avanzados sin distinguir entre pobres y ricos. Si ahora pretenden introducir la gestión privada como primer paso para la privatización total de la Sanidad es porque han descubierto en la salud un nuevo campo donde hacer negocio seguro: ganar dinero con la enfermedad a costa de estrujar el bolsillo de los ciudadanos cuando mas débiles e indefensos se encuentran, es decir cuando están enfermos.
Desde el PCE llamamos a los trabajadores a oponerse al deterioro promovido de la Sanidad Pública y la privatización de sus servicios. Por una sanidad publica gratuita y de calidad, no a las privatizaciones, no a la gestión privada de lo público.
LA SALUD NO ES UN NEGOCIO, ES UN DERECHO
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