¡STOP TORTURA ANIMAL!
Cada vez se hace más evidente la necesidad de acabar con una de las lacras que quedan en España, el "espectáculo" taurino. Para una persona con un mínimo de sensibilidad la tortura animal como mero espectáculo sólo puede producir repulsa y rechazo. El resultado de décadas de promoción de la tauromaquia por parte de las instituciones y los medios de comunicación es un 69% de la población española que se posiciona en contra o no apoya la tauromaquia, frente a un 31%.
A pesar de que la mayoría de la población estamos en contra de la tauromaquia o tortura animal, las administraciones públicas dedican en el conjunto del Estado 564 millones de euros a la subvención de actividades taurinas. Son más de 12 euros anuales por habitante. Una comparación puede ayudar a apreciar la magnitud de la cifra. Si el presupuesto para la construcción de un hospital de 40 camas, es de 15 millones de euros, con el dinero público que se destina a la tauromaquia se podrían construir 38 hospitales de esas características.
En la actual situación de crisis económica, mientras los capitalistas proponen despidos y privatizaciones,… la clase trabajadora sufrimos el aumento de desempleo, de la precarización de nuestras condiciones laborales y la privatización de los servicios públicos como la sanidad y la educación.
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) consideramos indecente que las administraciones públicas utilicen el dinero de todas y todos en beneficio de una minoría, en beneficio de espectáculos que fomentan la tortura animal, la violencia y las costumbres sangrientas.
El sistema capitalista siempre se ha nutrido del “pan y circo” para adormecer la lucha obrera. Además creemos que todas las razones que dan los taurinos pueden ser rebatidas.
En primer lugar, la afirmación “sin corridas no habría toros” es falsa. El toro ibérico ha existido siempre. En tiempos remotos, los ritos iniciativos de culto al toro distaban mucho de las corridas actuales.
Segundo, “hay una gran cantidad de gente que vive del toro y si el toro se suprimiera, se perderían una serie de puestos de trabajo”. Analicemos de qué tipo son esos puestos de trabajo. En 1993 este gremio reportaba 16.000 empleados, pero la Seguridad Social sólo registraba 3000. Los oficios de servicios a la fiesta: sastres, armeros...No creemos que necesiten el toreo para ejercer su oficio, puesto que hay mercado de sobra para sus productos, Lo mismo se podría decir de los ganaderos, porque no hay diferencia entre criar toros y vacas para alimento.
Por último, es evidente que el toro sufre, y que “el fragor de la lucha” se esfuma debido a las desventajosas condiciones en las que sale al ruedo (a menudo enfermo o drogado).
En 1980 la UNESCO dijo “...la cultura es todo aquello que contribuya a volver al ser humano más sensible, más inteligente y más civilizado. La crueldad que humilla y destruye a través del dolor jamás se podrá considerar cultura...”
No podemos permitir que se negocie con el sufrimiento. La cultura de la crueldad y la tortura es todo lo contrario al tipo de cultura que la UJCE debe apoyar.
Por todo esto, acabar con la tauromaquia debe convertirse en otro objetivo político y social, es nuestro deber como jóvenes comunistas.
A pesar de que la mayoría de la población estamos en contra de la tauromaquia o tortura animal, las administraciones públicas dedican en el conjunto del Estado 564 millones de euros a la subvención de actividades taurinas. Son más de 12 euros anuales por habitante. Una comparación puede ayudar a apreciar la magnitud de la cifra. Si el presupuesto para la construcción de un hospital de 40 camas, es de 15 millones de euros, con el dinero público que se destina a la tauromaquia se podrían construir 38 hospitales de esas características.
En la actual situación de crisis económica, mientras los capitalistas proponen despidos y privatizaciones,… la clase trabajadora sufrimos el aumento de desempleo, de la precarización de nuestras condiciones laborales y la privatización de los servicios públicos como la sanidad y la educación.
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) consideramos indecente que las administraciones públicas utilicen el dinero de todas y todos en beneficio de una minoría, en beneficio de espectáculos que fomentan la tortura animal, la violencia y las costumbres sangrientas.
El sistema capitalista siempre se ha nutrido del “pan y circo” para adormecer la lucha obrera. Además creemos que todas las razones que dan los taurinos pueden ser rebatidas.
En primer lugar, la afirmación “sin corridas no habría toros” es falsa. El toro ibérico ha existido siempre. En tiempos remotos, los ritos iniciativos de culto al toro distaban mucho de las corridas actuales.
Segundo, “hay una gran cantidad de gente que vive del toro y si el toro se suprimiera, se perderían una serie de puestos de trabajo”. Analicemos de qué tipo son esos puestos de trabajo. En 1993 este gremio reportaba 16.000 empleados, pero la Seguridad Social sólo registraba 3000. Los oficios de servicios a la fiesta: sastres, armeros...No creemos que necesiten el toreo para ejercer su oficio, puesto que hay mercado de sobra para sus productos, Lo mismo se podría decir de los ganaderos, porque no hay diferencia entre criar toros y vacas para alimento.
Por último, es evidente que el toro sufre, y que “el fragor de la lucha” se esfuma debido a las desventajosas condiciones en las que sale al ruedo (a menudo enfermo o drogado).
En 1980 la UNESCO dijo “...la cultura es todo aquello que contribuya a volver al ser humano más sensible, más inteligente y más civilizado. La crueldad que humilla y destruye a través del dolor jamás se podrá considerar cultura...”
No podemos permitir que se negocie con el sufrimiento. La cultura de la crueldad y la tortura es todo lo contrario al tipo de cultura que la UJCE debe apoyar.
Por todo esto, acabar con la tauromaquia debe convertirse en otro objetivo político y social, es nuestro deber como jóvenes comunistas.
¡STOP FINANCIACIÓN DE LA TORTURA ANIMAL!
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